Lo mío no tiene nombre

Lo mío no tiene nombre. ¿Cuántas veces llegamos a repetir esta frase a lo largo de la vida? Nos equivocamos, pensamos que no seguimos el camino correcto, que nos estamos desviando. Pero siempre hay un momento de pausa para respirar, coger aliento y decir «lo mío no tiene nombre».Porque «Lo mío tiene nombre» no es sólo una reflexión sobre las crisis existenciales. Durante este viaje, nuestro protagonista cantará, acompañado en directo al piano, las mejores canciones de los musicales más conocidos. Funny girl, Chicago, Cabaret, Los miserables, Wicked, Follies o Avenue Q le servirán para darse cuenta de que estamos aquí y ahora, que no importa más que el disfrutar cada momento de la vida, porque cada uno de ellos crea nuestro único, personal e irrepetible camino de baldosas amarillas.