Edad recomendada: De 4 a 12 años. Familiar.
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Duración: 50 minutos. minutos.
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Intérpretes: Mariano Lasheras e Ignacio Alfayé
Dirección: Laura Gómez-Lacueva y Mariano Lasheras
Autor: Daniel Nesquens
Música compuesta e interpretada en directo por Ignacio Alfayé
Diseño imágenes y carteles: Alberto Gamón y Fernando Lasheras
Dirección artÃstica: Fernando Lasheras
Construcción escenografÃa: Manolo Pellicer
Vestuario: Raquel Poblador
Maquillaje y caracterización: Ana Bruned
FotografÃa: EstefanÃa Abad
Video: Pablo Vicente
Ayudante Producción: Maite Zamorano
- La taquilla se abre UNA HORA antes del comienzo del espectáculo.
- Los niños menores de un año no pagan entrada mientras no ocupen asiento.
- Se ruega puntualidad. No se permitirá el acceso a la sala una vez empezada la función.
- Por cuestiones de aforo las reservas se deben recoger hasta media hora antes del inicio de la función pudiendo ser anuladas pasado este plazo.
- Descuentos a grupos a partir de quince personas.
"¡Pasen y vean! ¡Pasen y admiren! ¡Música maestro! Tatararararara… Ante todos ustedes un caleidoscopio de ilusiones, un desfile de artistas sin precedentes: el Gran Alexander y su velocÃpedo de una sola rueda; Thomas Chipper, el mejor domador del mundo…
Ya me he lanzado otra vez, como en los viejos tiempos. Para serles sincero: ni Alexander, ni Chipper, ni leones del Serengueti o alrededores. Todo eso se acabó hace años. La vida es asÃ. El circo fue asÃ. Solo me queda el recuerdo incandescente, las historias que forman parte de esos recuerdos. Pero, un momento, ustedes están ahà y yo aquÃ. Y ahà está el músico ¿Tal vez podrÃamos contarles alguna de esas historias? ¿Qué les parece? ¿SÃ? Pues dispónganse a escuchar algunas de las más increÃbles historias del más increÃble circo que haya existido jamás: ¡el único, el inigualable, Zootropus Cirkus!"
Zootropus Cirkus no es ni pretende ser un espectáculo de circo al uso: no hay acróbatas, domadores, payasos, funambulistas, ni músicos… Un momento: músicos no hay, pero sà hay músico. Y también viejos sombreros, carteles, maletas, sillas, paraguas… objetos y recuerdos de aquel maravilloso, extraordinario e irrepetible Zootropus Cirkus. Y tenemos a su peculiar maestro de ceremonias, que tan solo necesita de unas cuantas pinceladas musicales de nuestro único músico para que se disponga a rememorar sus vivencias junto a los extraordinarios personajes circenses que conoció. Y también para que haga que esos viejos objetos que con tanto cariño conserva -sombreros, baúles, maletas, sillas, paraguas…- cobren vida de nuevo y se transformen en lo que otrora fueron: sillas rebeldes, paraguas mágicos… o fieros leones traÃdos del mismÃsimo Parque Nacional del Serengueti.