Duración: 95 minutos minutos.
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Rock
Son muchos los que se extrañan de que una banda madrileña, carabanchelera para más señas, dedique sus empeños musicales a tributar al más grande exponente del rock argentino, el gran Norberto Napolitano "Pappo". Extraño por que quizás nunca hayan oÃdo la poderosa y honesta música de este gran músico, capaz entre otras cosas de acompañar al mismÃsimo B.B. King y a otros grandes patriarcas del blues en el Madison Square Garden de N.Y. … Extraño si no imposible, si hace ya unos años largos, un viejo amigo rosarino, Gabriel Iannotti, no nos hubiera mostrado la música descarnada del "Carpo". Reunidos en La Mansion, los ahora integrantes de Ocote Blues, embarcados entonces en diferentes proyectos musicales, fueron mamando watios y cerveza mientras se dejaban seducir por la electricidad, bañada bien en notas de blues, bien en notas metaleras y asquerosamente rockeras que los discos de Pappo escupÃan.
Pasan varios años hasta que Marty McFly, guitarrista y fundador de Ocote Blues, comienza a coquetear fuera de sus proyectos musicales principales con la música de Pappo. Primero de manera sosegada y plegada a las necesidades de su banda en aquel entonces, pero las falsas poses y la parafernalia, hace que Marty separe sus pasos de la banda y se encamine en un primer momento a proyectos más libertinos y desarrapados. De ofrecerle este suculento plato de desfachatez y poca vergüenza se encarga encantado Marquee Gramonne, el cual desde que abandonó Servidores Enmascarados del Señor Satam no habÃa cantado ni en el bingo… sin proyecto musical alguno en ese momento y dispuesto a pasar tardes caseras de fin de semana, rodeados de cervezas, nieblas purpúreas y decibelios guitarreros, Marty y Marquee, comienzan a enfrentarse a los viejos temas del Carpo. Rápidamente y atraÃdo por el humo y el ruido, se une al divertimento Little Evil, también sin quehaceres musicales en ese momento tras sus pasos anteriores en Faraways y The Raw. Con Marty a la guitarra, Marquee a la voz y Little Evil a los parches, la primera sesión de local no se hace esperar y tras un fugaz paso por la banda de un viejo conocido al bajo, el singular Térmico, se incorpora al show, con sus cuatro cuerdas, el también antiguo compañero de fatigas Perry Manso, que ya habÃa coincidido anteriormente con Marty en otras bandas.
Tras estos encontronazos musicales los cuales resultan satisfactorios para nuestros oÃdos y para algunos ajenos, la banda comienza a tener cuerpo y repertorio para encerrarse habitualmente en el local, sin abandonar los bares eso si…
El resultado final es lo que tenéis ante vosotros. Ocote Blues, sin complicaciones ni artificios, sin contemplaciones ni trucos… Un tributo al Carpo bañado en dulces aromas eléctricos prestados por el viejo Neil Young, amamantado por las ubres del sempiterno blues y con el impulso acerado de viejos riffs de metal. Que sea rock!!