Las galas del difunto

«Las galas del difunto» de Valle Inclán es un alegato contra la guerra, concretamente la guerra de Cuba, las últimas colonias de España en el nuevo mundo, en el que los soldados «solo saben morir»….
Y de vuelta a España, nada… sin esperanzas, sin ilusiones, piojosos y arruinados. Alojados en casas donde no se les quiere, sin «un duro romanonista ni una beata pa convidar» deambulan como zombis por el mundo..
Jugando con una parodia sobre Ravachol (pícaro francés, que se le adjudica el saqueo de una tumba para llevarse las prendas del muerto), Juanito Ventolera, nuestro anti-héroe vestido con el rayadillo (traje de los soldados de 1998) tiene «redaños» para saquear la tumba de su patrón y va con el terno de gala a conquistar a su «amada paloma», una «daifa» a la que la guerra también mató en vida, teniendo un hijo con un soldado que se fue y que tuvo que dar al hospicio … y que es hija del boticario, el difunto cadáver!
Al final «los dos heredamos» y hay cafés, copa y puro para todos…!!
Mezclando el humor y la tragedia, Valle inventa el «esperpento», lo grotesco, el absurdo, una manera de ver la realidad artísticamente exagerada y verdadera al tiempo, diciendo verdades como puños y riéndose de las barbaridades más estrambóticas.