Según Federico Gómez el objetivo de su obra es ofrecer una mirada distinta de los árboles y reparar en la infinidad de matices y texturas. También descubrir las historias de un ser que parece mantenerse vivo a pesar de su muerte y reivindicar el lugar que le corresponde en el desarrollo de la vida humana.
La procedencia de los árboles que protagonizan la exposición es dispar pero en su mayoría provienen de una tala indiscriminada y casi siempre injustificada. Federico Gómez da nuevamente vida a estos árboles con sus esculturas. Una vida nueva a través del arte, con la que trasmitir emociones y sentimientos.
Hasta el 15 de abril – Zielo Shopping Pozuelo – Madrid.
