La conciencia colectiva por defender nuestro Mar de la industria petrolera no tiene fisura. Exceptuando algunos colectivos minoritarios, todos entendemos los riesgos mortales que conlleva la extracción del crudo y las riquezas naturales que se ponen en juego.
Sin embargo, parece que no somos del todo conscientes del daño que causamos diariamente en nuestra fauna marina, con los productos que el petróleo genera, productos de plásticos que usamos y tiramos.
Consciente o inconscientemente hacemos llegar al mar toneladas de basura sintética. Las trágicas consecuencias son ignoradas por la mayoría de nosotros. Es como si creyéramos que esa basura va a desaparecer en el Mar por arte de magia.
Sabemos que no es así, en unos casos el plástico es ingerido por las criaturas marinas que lo confunden con sus presas y mueren, en otros casos el plástico se va fragmentando hasta convertirse en micro partículas sintéticas que se mezclan con el plancton, entrando de esa manera en nuestra cadena alimenticia y poniendo en riesgo nuestra propia salud.
La contaminación del mar por culpa de nuestra basura plástica, es una tragedia que todos podemos ayudar a evitarla, pero para ello debemos ser conscientes de que esa tragedia está sucediendo.