10/10/2013
¿Por dónde comienza el Kaos? Está claro… eso es relativo.
Alguien escribió que había cierto orden en el Kaos. Lo fantástico de esta obra es que cada uno puede "ordenarlo" a su gusto. Desde lo más disparatado hasta la vivencia de lo más propio, estamos navegando a volandas de una maravillosa puesta en escena sincrética y llamativa.
La música, composición original para esta obra, es el auténtico solvente de esta magnífica receta de humor, expresión corporal, cinismo y crítica certera, desapasionada y sarcástica.
La interpretación es simplemente extraordinaria y, combinando baile y música, se constituye en la mejor vía para materializar el brillante e imaginativo texto.
El ritmo sí que no es caótico. Nunca en una sala de teatro se hizo mejor homenaje a la comedia de los años cuarenta. Antes de "recuperarse" de un impacto hay que concentrarse en la siguiente escena.
Emoción es lo que define la principal impresión que tiene el espectador, tanto durante la obra como al salir, cuando necesita armar las sensaciones dispersas y latentes.
Miguel Ángel Sánchez