La cantante calva

En una vivienda inglesa, muy aburguesada, los típicos hombre y mujer, Los Smith, tienen una divertida conversación en la que, por ejemplo, hablan de una familia que conocen en la que hombres y mujeres se llaman Bobby Watson o de un médico que sólo receta los medicamentos que ha probado y que antes de operar a Parker se hizo operar el hígado a sí mismo sin estar enfermo. La criada, que acaba de tener la tarde libre (lo que le reprochan los señores a pesar de que admiten que ellos mismos le dieron el consentimiento pero que no lo hicieran intencionadamente) les anuncia la llegada del Matrimonio Martin. Mientras esperan, el señor Martin habla con la señora Martin como si ésta fuera una desconocida y ambos se sorprenden de las coincidencias que arrastran: han venido en el mismo tren, tienen los mismos hijos, viven en la misma calle y la misma casa, incluso en la misma cama … pero no se recuerdan. En su reunión, los dos matrimonios tienen una conversación tan delirante como las anteriores. En un determinado momento se sorprenden de haber visto por la calle a gente «extravagante» haciendo cosas tan «extrañas» como atar los zapatos o leer el periódico. Entonces tocan a la puerta y resulta ser un bombero quien, después de escuchar como un confesor los problemas que ellos le cuentan, les pide confidencialmente si se les ha incendiado la casa. Como le dicen que no y que el llamarán si incendia, se va, aunque antes todos empiezan a contar por turnos unos insipidíssimos chistes que llaman anécdotas. Al despedirse, el bombero pregunta «Y la cantante Calva», y mientras todos quedan en silencio, como en una situación incómoda, la señora Smith responde: «Sigue peinándose de la misma manera «(Esta es la única referencia que hay en la obra de su título») Cuando vuelven a quedarse solos los dos matrimonios, la conversación continúa, pero las frases van siendo más breves e incoherentes, todo toma un ritmo más acelerado y acaban gritando y haciendo aspavientos. Finalmente, el matrimonio Martin ocupa el lugar que los Smith habían ocupado al principio de la obra y empiezan a decir los mismos diálogos con los que ésta se inició. .